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Hace décadas, antes de que alguien empezara a pensar en la hidratación, estábamos bien. Pero ahora no vamos a ningún lado sin nuestras botellas de agua. Y estas botellas de agua son cada vez más grandes.
Con 40 onzas, el US$ 45 Stanley Quencher se ha convertido en una sensación en las redes sociales.
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Su popularidad hizo que las ventas se dispararan:
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Inventando la hidratación
Nuestra historia comienza en 1945 con un mensaje mal interpretado de las Guías Alimentarias de la Academia Nacional de Ciencias. Las Directrices decían que necesitábamos aproximadamente seis vasos de agua al día. Sin embargo, también nos dijeron que “la mayor parte de esta cantidad se encuentra en los alimentos preparados”.
La historia continúa cuando, en la Universidad de Florida, un entrenador se quejó de que el calor y la humedad estaban agotando a sus Gators. Hasta entonces, nadie creía que se debía beber antes de hacer ejercicio. El agua, balanceándose en nuestras barrigas, debía frenarnos. Sin embargo, los jugadores se sintieron mejor después de beber un poco de agua, sal y azúcar que terminó sabiendo a jugo de limón.
A partir de aquí, la hidratación también recibió un impulso de la emergente ciencia del bienestar. Pronto llamada 8 x 8, la hidratación supuestamente nos da una piel suave, riñones sanos y previene el estreñimiento. Durante la década de 1970, el bienestar se vinculó con un agua burbujeante recién importada llamada Perrier. Poco después, el desarrollo de las botellas de plástico nos permitió viajar con nuestra agua.
Y así nació la idea de la hidratación. O podríamos decir que fue inventado. Después de todo, recibimos señales de agua a través de la sed. La hidratación es un concepto diferente. Nos hidratamos todo el tiempo, incluso cuando no tenemos sed. Y, sin embargo, con la excepción de las personas cuyos riñones tienden a formar cálculos y las personas susceptibles a infecciones de la vejiga, la investigación científica no proporciona evidencia de que 8 x 8 ayude a nuestra salud.
Nuestro resultado final: la demanda
La demanda es un hilo conductor que pasa por la hidratación.
Primero, al explicar el impacto de la hidratación, un economista analizaría los determinantes que aumentan o disminuyen la demanda. Citando bienes complementarios, vería un consumidor cada vez más rico y preocupado por la salud y el ejercicio. Como activo que (supuestamente) potenciaba cada actividad, el agua es un complemento. En un gráfico, podríamos decir que a medida que crecía la demanda de bienestar y ejercicio, también lo hacía la demanda de agua embotellada.
Del mismo modo, en el caso de Stanley, un determinante también desplaza nuestra curva de demanda hacia la derecha. Esta vez, sin embargo, es utilitario. Definida como utilidad, la utilidad está relacionada con la popularidad. Inventado en 1913 por un hombre llamado Stanley, el termo con paredes de acero era un pilar para trabajadores y pilotos. Luego, 100 años después, fue descubierto por los creadores de tendencias en línea que impulsaron la utilidad del termo. Como la nueva moda. El Stanley se puso de moda, especialmente después de que se agregaron nuevos colores en 2022.
A continuación puede ver cómo determinantes como los complementos y la utilidad pueden impulsar el equilibrio a medida que D2 se convierte en nuestra nueva curva de demanda:
Si bien no estoy seguro de si Stanley ha aumentado sus precios, los distribuidores están cobrando cientos de dólares por las tazas Stanley.
Mis fuentes y más: siempre es maravilloso cuando dos artículos convergen. Para mí fue una combinación de Esfuerzo boletín sobre Stanley con un Anillo decodificador podcast sobre hidratación. Desde allí, El Correo de Washington Es Madre Jones Desmintió las razones de la “hidratación”. Y finalmente, para parte de la historia de Stanley, su sitio web era ideal (y la fuente de nuestra imagen destacada).
Tenga en cuenta que partes de la historia de la hidratación de hoy ocurrieron en el pasado. vida económica publicar.